En Mónaco, Nissan ha podido estrenar su nuevo tren motriz. Salen de allí con ocho puntos conseguidos por Oliver Rowland, por lo tanto, el equipo no está contento, esperaban un poco más en el estreno de su nuevo tren motriz.
El británico pudo optimizar la nueva unidad de potencia entrando en la SUPERPOLE y consiguiendo un sexto puesto una vez que se le eliminara el tiempo por abandonar el Pit-Lane con el semáforo en rojo. Sébastien Buemi no tuvo una buena vuelta después de que en su grupo se desplegara la bandera roja por un accidente de Sergio Sette Câmara. Salió decimotercero.
Los Gen2 se han adaptado a la perfección al mítico trazado monegasco y se ha visto una carrera emocionante. Ambos pilotos de Nissan se abrieron hueco entre sus rivales; Rowland consiguió cruzar la meta en sexto lugar y Buemi undécimo. Esto no ha sido suficiente para Tommaso Volpe, ya que esperaba un poco más.
“Oliver sumó algunos puntos para el equipo y avanzamos nuestra posición en el Mundial de Constructores”, decía el director de motorsport de Nissan sacando los puntos positivos. “Desafortunadamente, Seb acabó fuera de los puntos. Ahora tenemos cinco semanas hasta la próxima carrera para elaborar un plan sólido de cara a la segunda parte de la temporada”, continuaba para cerrar.
Rowland sale satisfecho por su carrera, simplemente porque acabó donde empezó. “La carrera ha ido bien, he tenido buen ritmo y he gestionado bien mi energía y mis modos de ataque. Al final, terminamos donde comenzamos, lo que yo diría que está bien, y anotamos algunos puntos sólidos para el equipo”.
A Buemi no le queda más remedio que esperar a la siguiente cita. Su clasificación se vio interrumpida y en su segunda vuelta, la organización le dejó intentarlo de nuevo, sus neumáticos no estaban en la temperatura adecuada. “Fue difícil remontar el pelotón en la carrera. Entonces, la clasificación interrumpida realmente nos puso a la defensiva. Miramos hacia México”, concluía el Campeón de la Fórmula en 2016.
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