El italiano explicó los motivos que lo llevaron a declinar la oportunidad de ir a F1.
Desde hace años existe la leyenda urbana de que
Valentino Rossi, nueve veces campeón de MotoGP estuvo cerca de dar el salto a
la parrilla de Fórmula 1 y hasta ahora no habían sido revelados los detalles de
una decisión, que de haber sido diferente hubiera cambiado la historia de ambos
campeonatos.
En un entrevista reciente, el
director de Yamaha, Lin Jarvis, revelo que en 2006, aun sin haber ganado su
primer campeonato del mundo, firmaro de manera anticipada a Jorge Lorenzo, por
temor a que su estrella, Rossi, se fuera a la F1.
“Rossi se unió a nosotros en
2004 y ganamos dos títulos, ese mismo año y en 2005. Luego casi ganamos en
2006, pero se cayó [en la última carrera, en Valencia]. Fue un momento en el
que Valentino estaba pensando seriamente irse a las carreras de coches. Había
una amenaza, podíamos perderle y teníamos que buscar quién podía ser su mejor
reemplazo”.
La confesión del mandamás de
Yamaha tantos años después indica que la pisibilidad de que Valentino cambiara
las motos por los coches era real, y no una simple especulación de los medios
de comunicación.
Esto tomo más sentido debido a
la mala temporada que vivió la Scuderia en 20056, cuando Michael Schumacher finalizó
tercero general habiendo ganado únicamente una carrera, y a mucha distancia de
Fernando Alonso de Renault y de Kimi Raikkonen de McLaren, mientras que su
compañero de equipo, Rubens Barrichelo terminó octavo.
Ferrari buscaba un golpe de
efecto y decidió invitar a Valentino a un test en Valencia para calibrar su
capacidad al volante del monoplaza rojo, que ya había pilotado en 2004 en unas
pruebas ‘secretas’ en Fiorano.
“El momento en que estuve más
cerca de dar el salto a la F1 fue en 2006, en los test que hice en Valencia, en
el mes de febre
ro”, recordaba Rossi en La Gazzetta dello Sport.
“Allí nos sentamos en una mesa
con Ferrari y les pregunté qué es lo que querían hacer”, en referencia a los
planes del equipo con el piloto, ya que Barrichello había sido despedido
y Felipe Massa, en principio, iba a acompañar a Schumacher esa temporada
2006.
“Me ofrecieron un programa
serio, pero no inmediatamente con Ferrari, al inicio con un coche más lento,
haciendo de piloto probador… ahí decidí que no”, confiesa Rossi, desvelando que
Ferrari tuvo en su mano, de haberle presentado una oferta para correr, su paso
a la F1.
Dos años más tarde, en 2008, Valentino se volvería
a subir dos veces más al Ferrari, en Mugello y Barcelona, pero la
llamada de la F1 ya no fue tan fuerte como poder recuperar la corona Mundial
tras dos años sin conseguirlo.
En 2019, nuevamente en Valencia, Valentino volvió a
pista con un monoplaza, aunque esta vez un Mercedes y junto
a Lewis Hamilton, en un acto más promocional que deportivo.
Rossi no se arrepiente de haber dejado escapar el
tren de la Fórmula 1, un cambio que hubiera transformado absolutamente la
historia de ambos campeonatos, sobre todo el de MotoGP, y el del propio piloto,
que con 40 años sigue compitiendo al máximo nivel.
“¿Sabes lo más genial
de todo? La otra noche lo pensaba, soy el único ser humano que ha pilotado un
Ferrari y un Mercedes de F1”, dice orgulloso el nueve veces campeón del
mundo.
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